No, en serio, hay una palabra preciosa en castellano ~helado~ de la que podría hacerse uso.
En fin, ¡hola, queridos y queridos! Soy Alendax y probablemente mi existencia haya quedado relegada a un pequeño y oscuro rincón de vuestras mentes. Bueno, he de decir que lo siento, pero sinceramente, bachillerato hace que me replantee si merece la pena seguir viva después de todo.
Hoy quería traeros una especie de reseña de Frozen, el taquillazo que viene de las manos de Disney de estas Navidades. Pero antes de nada:
Disclaimer: al igual que muchos de vosotros, he crecido con las películas de Disney. Las adoro como cualquiera y han sido horas de puro entretenimiento durante mucho tiempo. Sin embargo, que te guste algo no significa que debas idolatrarlo ciegamente y no poder juzgarlo objetivamente. Así que please don’t lose your shit porque ya os advierto de que esta reseña no va a ser muy positiva.
Dicho esto, vamos a ello:
Frozen es una película de animación estrenada el 29 de noviembre del año pasado en España siendo el primer largometraje de la compañía en ser escrito y dirigido por una mujer, Jennifer Lee.
La historia se sitúa en Arendelle, un reino lejano donde residen la futura reina Elsa y su hermana menor Anna. Elsa posee el poder de convertir los objetos en nieve y hielo, un poder tan grande que no es capaz de controlarlo y por tanto se ve obligada a alejarse tanto de Anna como del mundo exterior. Años después, en su coronación como reina, Elsa pierde el control y escapa asustada desatando un invierno desolador. Así, Anna emprende la búsqueda de su hermana para retornar la primavera.
Frozen está basada en un cuento de Hans Christian Andersen, si me lo permitís, el mejor autor de cuentos que ha existido jamás; aunque creo que decir “basada” es un poco arriesgado ya que las únicas semejanzas que he podido encontrar son el hecho de que en ambas se incluya una reina de las nieves. Punto. Quizá aparte de la teoría de que los nombres de Hans Kristoff Anna Sven unidos pueden resultar en una especie de homenaje al nombre de Andersen, no he encontrado ningún otro parecido al cuento original.
Lo cual es una pena, Frozen podría haber sido muuuucho mejor de haberse inspirado más en la Reina de las Nieves porque durante toda la hora y media que dura la película he tenido la sensación de que todo era forzado, ajetreado y bastante desajustado, en otras palabras, it’s trying too hard. Estamos viendo a la vez una comedia familiar, un roadtrip, un romance, un melodrama, un musical. Y no es que una película no pueda ser todas estas cosas a la vez y seguir siendo endomoniadamente buena (heck, prácticamente cualquier película del Renacimiento de Disney en los 90 lo es), pero en Frozen todo resulta tan artificial, sumándole además de que en todo momento quiere tanto ser como Enredados sin ser como Enredados. Lo cierto es que los diseños de los personajes están un pelín demasiado reciclados de dicha película, cuando Disney es uno de los mayores ejemplos de gran originalidad y creatividad artísitica. Si en Enredados Rapunzel resultaba mona y bonita con sus ojazos y su cintura del tamaño de su cuello, en Frozen, Elsa y Anna (sobre todo esta última) dan un poco de grima. Están increíblemente desproporcionadas, sus ojos son más grandes que sus muñecas, sus cabezas casi tienen la misma anchura que sus hombros. Lo cierto es que no tendría ningún problema si el resto de los personajes estuviesen animados de la misma manera, pero lolno. Kristoff, Hans e incluso los personajes de fondo tienen unas proporciones que resultan mucho más realistas (y menos creepies que ellas dos).
Por otra parte, no tengo ganas de meterme en la polémica de si esta película se suma al carro de películas con un elenco de personajes tan blancos como la nieve, pero lo cierto es que Disney parece muy satisfecho consigo mismo habiendo creado sólo una princesa de color que, sorpresa, sorpresa, se pasa más de la mitad de la película siendo una rana. Lo más gracioso es el argumento de xro es un kuento nordiko escandinabo ahy no avia jente de color xdxdxddD: Dejadme que os diga que el hecho de que el cuento original esté escrito por un autor danés no tiene nada que ver con dónde situamos el cuento, la misma Tiana y el sapo se sitúa en Nueva Orleans en los años 20 cuando el cuento original es ruso. Además, mientas en Tiana y el sapo sabíamos que era Nueva Orleans, Arendelle es un reino ficticio. Además, ¿en serio me estáis diciendo que un muñeco de nieve parlante os resulta más creíble que gente de color? ¿Bravo? En fin, la razón por la que la sátira de Shrek es hilarante incluso hoy en día es porque se siguen haciendo películas como esta.
Lo peor es que me vendieron esto como un conmovedor cuento sobre la historia de dos hermanas donde la narrativa se centraba en las dos hermanas. ¡Dioses, sí! –exclamé yo –¡no veía narrativas bien desarrolladas que giran alrededor de hermanas desde Lilo & Stitch! Qué inocente. Nope, Frozen no aporta nada nuevo y fresco a susodicha relación, Anna y Elsa se quieren porque son familia y punto, una relación entre hermanas no necesita desarrollo porque son hermanas, tienen que quererse. Duh. De hecho, para confirmarlo hay una frase que dice Anna a lo largo de la película que es algo así como: “Elsa no me haría daño, somos hermanas.” Vamos, argumento irrefutable. No, no voy a negar que han tenido momentos enternecedores, pero honestamente, pensaba que no iban a caer en un cliché tan obvio.
El primer concept art que salió parecía mucho más original, mil veces más visual y con una historia mucho mejor pensada que lo que acabó siendo.
I mean u feel me?
¿Contratáis a Jonathan Groff para cantar SÓLO UNA CANCIÓN DE MENOS DE UN MINUTO SOBRE RENOS?
Pero, Ale, ¿a TI te ha qué te ha parecido?
Me ha gustado????????
Y lo digo completamente en serio, sí, Frozen se desmorona por todas partes, sí, hay plotholes que desharían la estructura de todo el guion si nos ponemos a pensar un poco sobre ellos no, ¿pero de dónde venían los poderes de Elsa?, sí, falla en todo en lo que Enredados trinunfó. Pero me ha entretenido y a pesar de todos los fallos arriba mencionados, también ha tenido sus aciertos y oh, boy, menudos aciertos.
Salvo la escalofriante animación de Anna y del concept art original, la animación sigue siendo eye-candy puro e inadulterado. Sólo las Crónicas de Narnia consiguieron transmitirme esta sensación de un invierno tan terrible como precioso. Podría verla en silencio sólo para deleitarme con los visuales.
Los 40 primeros minutos son una obra maestra cinematográfica. Precisamente aquí es donde surge el mayor problema. La película no empezó mal, su principio es en mi opinión, el mejor principio para una película que he visto nunca. Algunos lo acusan de demasiado lento, pero a mí me pareció perfecto. Y aunque anteriormente he dicho que las interacciones entre Anna y Elsa no son precisamente la joya de esta película, en estos 40 minutos sí que lo son. Además, se interpreta Do you want to build a snowman? que es uno de los números musicales más trágicos que he oído en mi vida.
Motherfucking Elsa. Aunque Frozen fuese la peor película de la historia, me seguiría gustando tan sólo por ella. Claro que Elsa debería haber estado más en la película, desde luego, pero entiendo que Elsa resulta más atractiva a una audiencia más adulta. ¿Qué niño iba a preferir a la fría y estoica Elsa frente a Anna que es torpe, graciosa y parlanchina y con la que puede sentirse mucho más identificado? Sí, sólo aparece durante como un 20% de la película, pero qué 20% tan glorioso. Para empezar, Elsa no es una princesa, es la Beyoncé de las princesas, es una puñetera reina. Después, pensar en su narrativa me produce orgasmos mentales: su transición de niña en mujer, sus poderes más grandes que ella misma, incontrolables y magníficos, el reconocimiento de su madurez, de su dominio. Elsa es una soberana hecha y derecha, Elsa no necesita ser enteramente “buena, dulce y maternal” para ser la heroína de su propia narrativa, Elsa se mantiene por sí sola como una reina isabelina. Cuando acaba de cantar Let it go lleva un vestido sugerente, mueve las caderas y se suelta el pelo reconociendo su magia, su potencial y sí, su sexualidad. ¿Y sabéis quiénes hasta ahora se permitían ser extremadamente sexuales? Las villanas. Pero Elsa sigue permanece como una monarca poderosa a la que su poder no corrompe sino que la define. Kudos to you, Disney.
Yes you are, gurl.
Disney deconstruyéndose y parodiándose a sí mismo. Aviso de spoiler. ¿Quién había visto venir que en una película Disney el amor verdadero fuese entre dos mujeres? No hay beso. No hay príncipes. El acto de amor verdadero es el sacrificio de la vida de Anna para salvar a Elsa.
La banda sonora es tan *sigh*. Id a escucharla. De verdad. Será la mejor acción que hagáis en todo el día.
Esta imagen es tan tan tan iconográfica que…
En definitiva, sí, tiene muchos errores, pero el hecho de que Idina Menzel esté detrás de algo así de ninguna manera puede ser algo malo.
¡Feliz fin de semana!