JUNTOS PERO NO REVUELTOS de Ally Condie

¡Weps!

Me ha dado por los saludos raros –en el psiquiátrico todos saludamos así-. As I said, una entrada más o menos decente (a los posts de este blog NUNCA se les puede aplicar ese concepto). En fin, vamos allá…

Cassia María Reyes –nombre laaaaatino- vive en la Sociedad. Su vida es satisfactoria y gratificante, porque la Sociedad sabe lo que es bueno para ella. Cuando llega el día de su emparejamiento, Cassia está nerviosa y expectante, hasta que la pantalla se vuelve negra. Su pareja es su mejor amigo, Xander Carrow y no podía haber pareja mejor. Pero parece haber un error, Xander no es su único elegido. Pero… la Sociedad no puede cometer errores.

Casi perfecto. La distopía ideal para los amantes del género. ¿Si os digo que me gustó tanto como Los Juegos del Hambre, que me decís vosotros?

Sutilmente cruel, perfectamente hilado, sencillamente escrito. Condie no se va por las ramas, no divaga como sucede siempre tratándose de este género, da las dosis medidas y calculadas para dejar satisfecho al lector. Un ambiente creíble, bien estructurado, tal vez un poco incoherente, pero son detalles tan mínimos e imperceptibles que ni siquiera se notan.

Juntos no es una novela romántica –por mucho que os lo diga la contraportada-. El romance es sólo una excusa, un argumento, una base para partir de él, para desequilibrar la mente de la protagonista cual torre de naipes. Que sí, que también hay, un amor bonito, subjetivo y casi etéreo, la clase de romance de las que nos hablan las poesías.

Aunque me mostraba reticente al principio –ya sabéis, primera persona, protagonista pavisosa a todas luces, el triángulo que ya lo veo hasta en la sopa, un producto comercial que sin haber salido siquiera, ya le han comprado los derechos- Juntos me sorprendió, me cautivó, me enamoró, me hizo temblar y casi me hizo llorar. Porque aunque yo lo diga –y nadie me tiene que hacer caso- esto no son los Juegos, es una novela más tirando a repetitiva, sutil y profunda. No hay ni lucha, ni acción, ni peleas memorables. Hay evolución personal, algo de intriga, un soplido que desmorona una fila de dominós.

Exactamente la evolución de Cassia es el tema principal del libro, una chica –¡ojo, que se me puede escapar algún spoiler, con la lengua viperina que tengo!- que sueña con ángeles, con alas verdes, que lee poesía prohibida, que quiere escribir sobre la arena, que no se toma las pastillas verdes, que piensa por sí misma, que quiere ser capaz de tomar sus propias decisiones y que simplemente, tiene mucho más cerebro del que parece.

Aunque no todo es rosa, Juntos es casi perfecto. Probablemente, todos conzcamos esa famosa trilogía distopil de la señora Lowry, pues bien, a veces me ha dado la sensación de estar leyendo The Giver, escenas prácticamente idénticas, así que tal vez este hecho ha sido el que me ha refrenado para no darle el 5. Aún así, Juntos es imprescindible. Llanamente imprescindible, tanto por la increíble belleza literaria que desprenden sus páginas –y el olor, ¡adoro el olor de los libros de Montena!- tanto por ese trasfondo distopil que hace que me flaquen las piernas.

Y el último fallo, creo que es la traducción. El título original es MATCHED, es decir, UNIDOS que es más sugerente, más distopil, más estilo la Sociedad, que JUNTOS que suena a película de las 4 de Antena 3. A ver, lo que nos hacen con CROSSED.

VEREDICTO:

Ojalá ya no haya más vampiros, ni protagonistas idiotas, ni triángulos con poca chicha. Ojalá distopías tan buenas como esta poblaran las librerías. De momento, Juntos se sitúa en los mejores puestos de mi ranking de literatura juvenil.

 

P.S.: Todo o nada, el último libro es rojo, rojo, rojo.