Series, serias y seriópatas

¡Hi!

Estuve a punto de morir en tres ocasiones –también conocidas como exámenes de Historia, Matemáticas y tres temas de Lengua Castellana y Literatura- y todavía no he acabado, pero aquí estoy –mala hierba, ya sabéis-. Esta vez no para hablar de libros ni de mi odio hacia Bella “Patética” Swan, sino para que los que os morís como yo, ayudaros a hacer esos intentos de suicidio más llevaderos.

Sí, voy a hablar de series.

Serie nº1. Veáse: quita hipster, que ahora se lleva ser Blancanieves.

Once Upon a Time. Probablemente si os digo productores de Lost/Perdidos me prestéis más atención –sí, yo también sé utilizar sucio marketing-. Serie de la ABC –cadena en la propiedad de Disney- que sinceramente no me esperaba que fuese tan buena. Trata de un cuento cuyos personajes sufren la maldición de habitar en Storybrooke, un pueblo perdido en Maine, EE.UU, un lugar del mundo real, donde todos los personajes están condenados a la infelicidad para siempre. Todo cambia con la llegada de Emma Swan –introducir facepalm jíar-, la supuesta hija de Blancanieves, la única capaz de romper la maldición.

Dejadme que os diga que OAUT es bastante genialosa, no tiene las edulcoradas pretensiones que cabría esperar de una cadena marca Disney. Un muy buen ritmo, unos personajes creíbles, un argumento… diferente. Cabe destacar que los niños que intervienen en esta serie son la clara definición de niños que saben actuar. De verdad. No esos que dan ganas de vomitar.

Serie nº2. Veáse: esto es lo que pasa cuando Ryan Murphy deja los unicornios.

American Horror Story. Para empezar diré que tiene uno de los mejores openings que he visto NUNCA –pincha en el link mágico, pequeño pony-. Además de que AHS es una de esas series que se odia o se ama, pero no deja a nadie indiferente. El argumento puede parecer MUY trillado, una casa encantada, una familia desestructurada, malévolos fantasmas que quieren acabar con los inquilinos, pero he decir que AHS va mucho más allá. Dejad que os comente que el piloto es una de las mayores obras de arte de la televisión de la historia.

Rara, bizarra y original. Os acosenjo que le echéis un vistazo.

Serie nº3. Veáse: Una americanada chachística.

Awkward. Si sois de esos que os quedasteis con la miel en los labios viendo 10 razones para odiarte –¡qué trauma me llevé con su cancelación!- aquí hay otra serie en el mismo estilo, inteligentemente divertida, con el punto justo de sarcasmo y adolescentes hilarantes.

Todo el mundo halaga a la protagonista aunque a mí personalmente me parece una gran pánfila donde las haya, Awkward tiene esa animadora cuya existencia se reduce a amargarle la vida a nuestra protagonista todo lo que pueda y más, pero dejad que os diga, que en este caso, Sadie, la animadora en cuestión, no es ninguna Quinn Fabray, rechoncha, con poco autoestima y un carisma de la leche.

Vídeo de apreciación:

Ya si eso, cuando sobreviva, a lo mejor hago otra reseña destroyer y esas cosas. ¡Ciao!