Grace no es Grace. Sam es Sam. Cole aletea e Isabel sigue siendo Isabel. Tom Culpeper se propone exterminar la manada de Mercy Falls. Grace quiere ser Grace de nuevo. Sam quiere salvar a Grace. Cole quiere morir e Isabel está perdida. Esta vez, las despedidas pueden ser para siempre.
Probablemente recordaréis que Rastro no fue precisamente santo de mi devoción. De hecho, me pareció un libro absurdo, sin pies ni cabeza que sólo mancillaba la preciosidad de Temblor. Pues bien, Rastro sigue siendo igual de absurdo, sólo que son Rastro no hubiésemos llegado a la maravilla que es Siempre.
Siempre es ese final que merecía la trilogía de los Lobos de Mercy Falls. No es nada ni épico, ni memorable, ni grandioso. Pero esta trilogía no se caracteriza por dejarnos boquiabiertos por su acción y sus escenas trepidantes. Los Lobos de Marcy Falls es una serie de libros infinitamente tristes y confusos y melancólicos. Y creo que por es por lo que adoré este final. Sigue muy en esa línea, con pasajes desagarradores y sonrisas nostálgicas.
Era como si al desdoblar mis grullas de papel, hubiera encontrado escrito algo que me resultara completamente ajeno. En algún momento, la esperanza se había quedado atrapada entre los pliegues de uno de aquellos pájaros. Llevaba toda la vida pensando en que esta era mi historia: “Érase una vez un niño que tuvo que arriesgarlo todo para conservar lo que amaba”. Pero en realidad era otra: “Érase una vez un niño cuyo miedo lo devoró”.
En cuanto a los personajes, he de aplaudirle a la señora Stiefvater por hacer personajes tan auténticos y genuinos, personajes creíbles con los que se pude conectar de verdad y no vanos cuerpos de reciclaje como los que tienen la gran parte de la literatura juvenil. No tengo que decir nada de Sam, porque estoy segura de que todos sabemos ya lo brillante que es este hombre. También adoro a Cole, Maggie reinventena el prototipo el rockero buenorro para convertirlo en unos de los personajes más oscuros, complejos y profundos con los que me he encontrado. En cuanto a la parte femenina, Isabel y Grace, he de decir no entiendo el odio hacia estas. Isabel es otra reinvención del estereotipo de animadora cruel y guapa, una reinvención sarcástica y brillante.
¿Qué decir de los diálogos? ¿Nunca os ha pasado que al leer un libro os llevasteis las manos a la cabeza por el poco conocimiento del autor del habla de los adolescentes? Pues la señora Stiefvater sí lo conoce. Y esto da unos diálogos profundos e ingeniosos.
En serio, no puedo dejar de hablar de la gran melancolía y la gran tristeza que desprende esta novela. Stiefvater me recuerda a Ann Brashares, que proponiéndoselo o no, consigue que cualquier cosa sea triste y deprimente en sus libros. Ojo, no quiero decir que sea nada malo, al contrario, me encanta.
Y el final, em, el final puede ser un final poco convencente, aunque, conociendo a esta señora, no sé qué tipo de final nos esperábamos.
VEREDICTO:
El único bache en la trilogía de los Lobos de Mercy Falls es Rastro. Todos los demás libros son impecables. Un final a la altura.
Gracias a SM por el ejemplar.
8 comentarios:
Me encantó! Es alsjdfasdhfoi PERFECTO!! El final a mi me encantó y lloré muchísimo cuando Cole em... ya me entiendes no? :P Jajajajaja
Genial reseña:)
Un besico <3
Coincido totalmente con tu reseña. Los personajes me encantaron todos y cada uno de ellos y amé la forma en la que Maggie nos destripa con ese final tan ÑKAJSÑ *-* Yo sufrí mucho jajaja
Un besito♥
Ha pasado tanto desde que leí el primero...
Después de tu reseña, Rastro ha pasado a ser de mis próximas lecturas. Tiene tiempo que llevo queriendo leer algo triste.
Ten una buena semana, un beso~
Quiero leer Rastro :)
Besos!
NO he leido la saga, pero seguramente la lea xD
Tengo de leerme estos libros, a ver si los encuentro!
Saludoss! :D
Creo que es la primera vez que coincido tanto contigo en una reseña. Me alegra que te haya gustado! ^^
Yo me estoy leyendo actualmente Ratro y... ¡bua! Espero que mejore, aunque por lo que leo parece que sí.
¡Besos!
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Ríe, llora y sopla dientes de león.