MORRIS AND ME (#1) POR QUE SIEMPRE SOY YO, Y NUNCA SOMOS NOSOTROS

 ¡Sí, sí, sí, sí! ¡No puedo estar más contenta (¿sí? pues yo tengo ganas de echarme a llorar)! ¡Ya somos 20! ¡Sí 20! Mi más sincero agradecimiento a vosotros, muchas gracias por haberos unido a este pequeño rinconcito leonesco. Un agradecimiento especial a Tempe de Libroahólic@s por dedicarme ¡una entrada entera! ¡Muchísimas gracias a todos! Y como hoy me siento especialmente exultante, he decidido inaugurar una nueva sección

Ejem, ejem, ejem. Aclarada mi garganta, empiezo con mi nuevo desvarío (desvariando voy, desvariando vengo). Y después de este título tan… tan… ¿Moccia? ¿Marc Levy? ¿Gillaume Musso? (tranquilos, es que la última neurona acaba de fallecer así que sólo queda un poco de cerebro seco) os presento una nueva… llamémoslo metamorfosis bloguero. ¿Y de qué trata? De Morris (WHAT??!!!!!). Ajá, de Morris y de mí (si es que tenía que haberlo sabido, si es que tenía que haberlo sabido). Más bien de nuestras conversaciones, de nuestras peleas y de nuestro mutuo “amor” (¡qué mal suena eso!).

Conversación 1:

ALENDAX: ¡Qué día más malo! El cielo está encapotado, parece que va a llover.

MORRIS: Otra vez hablando sola. Claro, es asomarte tú y se nubla el cielo.

ALENDAX: ¡Vaya! Suenan truenos y refulgen los rayos en la lejanía.

MORRIS: A ver si con mucha suerte te cae uno encima.

ALENDAX: (suspiro melancólico) ¡Qué lástima! Me apetecía salir un rato. Tendré que sentarme y leer algo.

MORRIS: (resopla) No leas, tu oligofrenia no tiene cura.

ALENDAX: ¡Eres malo, Morris!

MORRIS: No soy malo, vivir contigo me ha hecho así.

ALENDAX: ¿Por qué no puedes ser bueno y cándido?

MORRIS: ¿Por bueno y cándido te refieres a ser ingenuo y tonto del bote? No, gracias.

ALENDAX: Es una pena que vivas en mi cabeza, me aturdes, me asustas, me dices cosas malas, me hablas demasiado, me insultas, te ríes de mí.

MORRIS: Dímelo a mí, tengo que pasar contigo, con tu mundo de piruletas y con tus unicornios las 24 horas del día. Yo tengo mis propias necesidades.

ALENDAX: (enfadada) ¡Pues te abres un Facebook!

MORRIS: ¡Dioses, no! Le tengo fobia a eso desde que tú te abriste uno y tuviste que suplicar a tus padres que se hicieran tus amigos.

ALENDAX:  Te odio.

MORRIS: No lo jures, colega.