Entre dos lunas de Sharon Creech

Salamanca Tree Hiddle quiere a su madre, por eso ella y sus abuelos recorren todo el continente norteamericano, en busca de ella. Y mientras tanto, Sal habla de Phoebe, su mejor amiga Phoebe que temía que la secuestrasen los lunáticos y recibía mensajes raros. Un viaje largo, lleno de baches, de árboles que cantan y peces en el aire.

Sí, exacto. Otro dramón. Otra historia sobre la pérdida, el dolor y la pérdida de nuevo. Pero no es engañéis, de dramón tiene más bien poco o nada. La historia de Salamanca Tree Hiddle va más allá de sentimentalismos sobre lo duro que es perder a una madre. La historia de Salamanca Tree Hiddle –me encanta este nombre, oye- es la historia de una chica particulicular y grandilosa sobre aceptación, amistad y amor, amor hacia uno mismo.

Y no, no está bien hablar de clichés, este no es un libro para llorar, ni siquiera es un drama duro –o quizá sí, depende de desde donde lo miréis-. Más bien es todo lo contrario, divertida, colorida y surrealista, un libro optimista que da que pensar, que trae viejos recuerdos y nos invade de nostalgia.

Salamanca es una chica especial. Besa árboles, rehuye al lunántico que sucuestró a la madre de su mejor amiga y pesca peces en el aire. Así es el resto de la novela. Combinando a la perfección los momentos divertidos y eufóricos, rozando lo absurdo de la infancia con tristes pinceladas melancólicas.

La señora Creech tiene estilo propio, una niña, un par de abuelos un tanto chalados y la historia de esa niña que habla para amenizar ese viaje. Una historia entretejida con la suya propia. No se anda por las ramas, se pone a divagar en el momento adecuado y sabe donde detenerse para no aburrir al lector, sabe como exprimir esas memorias pueriles, ese niño que un día fuimos sin ponerse excesivamente melodramática.

“No juzgues a un hombre hasta que hayas caminado dos lunas en sus mocasines”.

Esta es una de las notas que recibe Phoebe, la mejor amiga de Sal, que solamente es uno de los múltiples mensajes que destila este libro. Una pequeña obra de la literatura moderna.

Probablemente penséis que últimamente estoy siendo demasiado generosa con las reseñas, lo sé, estoy perdiendo facultades para despotricar, pero la culpa es vuestra, porque últimamente no hago más que leer libros que son la pera repera porque VOSOTROS me lo habéis recomendado. Y bueno, que es libro es fantástico no sólo lo digo yo, lo dice un sellito en el que pone Medalla Newberry y hacedme caso cuando os digo que este no es el premio que nadie conoce y a todos les da igual porque el jurado premia al enchufado de turno. NO. El premio Newberry es un premio importante, un premio que galardona a libros buenos de verdad, no a cualquier tontería que se venda con facilidad.

VEREDICTO:

Tierna y triste. Yo también he besado árboles. Es cierto, todos tienen un sabor distinto. Un libro desconocido pero que es como un tesoro cuando se encuentra 

Muchísimas gracias a Noguer