La Gramática del Amor–¿y los frígidos qué, eh? ¿Nadie piensa en nosotros?- de Rocío Carmona

Una semana sin actualizar no es bueno. La BLC estuvo genial, sí, pero atonta las neuronas cosa mala ¬¬

En fin, al lío. Ya haré un post con mis peripecias madrileñas.

Irene estudia en un internado inglés y tras un desengaño amoroso que le rompe el corazón, su profesor Hugues –me recordó al señor Shue y su pelo raro- el profesor de gramática se ofrece para enseñarle la Gramática del Amor. Siete novelas románticas para enseñarle a Irene el amor en todas sus formas.

Aunque el título me produce sarpullidos y reacciones alérgicas y me entraban escalofríos tan sólo de pensar en lo ñoño que debía de ser… me llevé una sorpresa. No muy grata, pero una sorpresa agradable.

La Gramática es un libro que se lee en un suspiro, sin demasiadas pretensiones y algo básico. Una lectura rápida para los agobios en tiempos de EXÁMENES –odio esta palabra. Señores de la RAE, por una vez, haced una cosa con sentido y erradicadla-. Aunque me esperaba algo más, un pelín más de amor terrenal, algo menos subjetivo y más de chicha.

Carmona posee una pluma fresca y dinámica. No se va por las ramas, no llena párrafos con más de lo mismo. Una lectura veraniega para los romanticones. Un argumento trillado, una protagonista sin demasiada carisma, un ambiente algo vasto y un resultado un tanto decepcionante. Pero es entetenido y rápido de leer. Y… tiene ese algo que te hace pasar las páginas.

Tal vez mi problema sea que La Gramática no sea más que un complemento para los auténticos devoralibros, aquellos que han leído esos siete libros que cita –llamadme inculta, no he leído ni uno :(-. Probablemente la lectura se disfrute más cuando sabes qué es lo que está leyendo Irene, cuando realmente puedes intractuar con ella –que didáctico me ha quedado, ¡culpad a los anuncios de Fisher Price!- ya que así, sin más, a mí se me hizo algo frívolo.

¿Qué más contaros? Le sobra cursilería y le falta pasión. Demasiado meh para como lo pintaban. No me esperaba una maravilla maravillesca, pero no me hubiese venido mal algo más sustancial, algo menos teen y frívolo. Sí, soy una poética incomprendida.

VEREDICTO:

Llevadera pero fácilmente olvidable. Sin ser una novela imprescindible, sí es bastante recomendable.

Gracias a la Galera por el libro.

Perdonad, por esta reseña, son mi cerebro seco, la euforia histérica del final de curso y mis inmensas ganas de vaguería. Junio, un mes infructuoso.