Cosas Odiosas (#8): Sexismo II. Las féminas protagonistas

¡Buen verano!

Dejé caer hace tiempo, el primer punto del sexismo que dominaba la literatura actual. Por lo que aquí, me explayo sobre el interior que esconden esos libros.

Veamos, últimamente las novelas juveniles se han visto dominadas por las literatura “para chicas” por lo tanto, los ingredientes básicos eran amor, actividad paranormal y chicos guapos. No importa la calidad ni la cantidad de las obras. Todo es puro márketing.

Pero ¿qué pasa si analizamos uno de estos libros desde el interior?

• LA PROTAGONISTA –en la inmensa mayoría de los casos- ES CHICA, por lo que OBLIGATORIAMENTE Y SIN EXCEPCIÓN el argumento se ha de contar en PRIMERÍSIMA PERSONA. La primera persona es un recurso muy bueno, si no que se lo digan a Holden Caulfield pero no es la clase de recurso del que hay que abusar. Yo, personalmente, estoy HARTA de libros que empiecen con el YO, porque normalmente ya sé por donde se van a ir los tiros.
• CHICAS PÁNFILAS PARA DAR Y TOMAR. Es conocido por todos que, si contamos la novela en primera persona, es porque queremos hacer hincapié en el/la protagonista, dotarle de una profundidad que la tercera persona no podría conseguir. Vale, estupendo ¿por qué entonces todas esas narradoras cuantas más páginas pasen, más idiotas se vuelven?
• PROTAGONISTAS QUE SE RÍEN DEL GÉNERO FEMININO. Ya lo he dicho muchas veces y lo vuelvo a repetir, HAY CHICAS FUERTES. Existen, no son ningún mito, ni ninguna leyenda urbana. Chicas que no esperan que las besen, chicas que no necesitan que las recojan, chicas que comen pizza, chicas que no se tiran en brazos del primer tío bueno que se les cruce, chicas que salen corriendo cuando algo se huele mal y no husmean por las esquinas. Chicas que se preocupan por otras cosas y para las cuales, encontrar su alma gemela, no es la mayor preocupación de su vida. A veces, me da vergüenza leer cosas que digan lo contrario.
• HOMBRETONES, HOMBRETONES EVERYWHERE. Y hace la aparición en escena el pecholobo. Como fémina madura, reflexiva, fuerte, decidida, fría, calculadora, inteligente e indiferente que es nuestra chica, siente la desoladora necesidad de perseguir, acosar, magrear, tontear y menear el culo ante el tiarrón en cuestión. ¿Puta yo? Ya, bueno, tendrá mucho tiempo libre.

Creo que no hay bloggera que no haya opinado ya o que no se sienta terriblemente indignada con estas cosas. Personalmente, no entiendo como autoras QUE TAMBIÉN SON MUJERES pueden infundir a chicas jovencitas –algunas con la cabecita en blanco esperando ser rellenada con paparruchas machistas- que las mujeres valen tan poco, que los hombres siempre estarán por encima y que tenemos que volver a la cueva de la que salimos. ¿Em, hola? ¿Va alguna asociación feminista a cargargarse a la Meyer o ya lo hago yo?