De cómo cargarse–toda-la magia de los mitos griegos por Josephine Angelini

Helena Hamilton se ha pasado sus 16 años de vida intentando esconder lo diferente que es, una tarea nada fácil el una isla tan pequeña como Nantucket. Sobre todo porque lo último que ha hecho es intentar asesinar a un compañero por los pasillos del instituto: el guapísimo chico nuevo, Lucas Delos.
Claro que lo que ninguno de los dos saben es que están destinados a enfrentarse y convertirse en los últimos protagonistas de una historia que no ha cesado de repetirse durante milenios, desde que la Helena original, la de Troya, fue la causante de una guerra. Una historia que enfrenta a sus dos familias y que parece imposible que tenga un final feliz…

Leeros La Iliada en Wikipedia, añadid un rollo crepesculero de los malos y voilà! Porque básicamente en ese consiste Predestinados, otra copia descarada e indignante de Crepúsculo que digo yo, ¿no habrá libros mejores para copiar? Ésta, ha sido una de esas ocasiones en las que no entiendes la avalancha de reseñas optimistas y entusiastas que pululan por este pequeño pero concurrido sitio, reseñas que hacían hincapié en su originalísima originalidad –valga la redundancia-, que recalcaban que desde Los Juegos del Hambre no habían leído nada tan adicitivo, insistían en que este era un debut que marcarían en antes y un después en la literatura juvenil. ¿En serio nos hemos leído el mismo libro?

Veamos, la historia se desarrolla en Forks Nantucket, un pueblo alejado de la mano de Dios, lleno de cotillas y marujas que no paran de meter las narices, donde todo el mundo parece odiar a la protagonista, cosa que en realidad hacen porque ella es guapísima, listísima, buenísima y perfectísima y ellos unos envidiosos de poca monda. Esto me suena ¿a vosotros no? Helena que no Helen, querido diseñador de contraportadas Hamilton es la clase de protagonista con la que cualquiera se sentiría identificado, porque desde luego, todos somos tan bellos que deslumbramos, tan listos que se quite Einstein que nos quiere robar el protagonista y desde luego, tan modestos que ni nosotros nos damos cuenta de lo perfectos que somos. ¿Guapa, yo? No exageres, sólo he sido Miss tres veces.

No iba a dejar de pasar la oportunidad de enseñaros a Rose Tyler… otra vez.

POR-FA-VOR. ¿A quién pretenden engañar? Sinceramente, la creación de una protagonista como Cielo Hamilton no hace más que resaltar la inaptitud de Angelini para crear personajes cercanos, con los que el lector pueda empatizar. Ya sabéis chicas, a no ser que seáis unas esbeltas diosas griegas, daos por deshechos sociales que no os va a querer nadie. Aunque desde luego, todo lo que le sobra en belleza a Helena, la compensa la falta de neuronas que sufre. La damisela indefensa, propensa a armar escándalos, que no puede hacer nada sola. Prototipo Luce Price, diría yo normal que lo comenté Lauren Kate, jijijiji.

Por supuesto, no nos olvidemos del macho alfa en cuestión. El chico perfecto para la chica perfecta gracias por hundirme en la miseria, señorita Josephine, ahora que sé que soy un callo puedo decir con seguridad que no puedo aspirar a nada. Como siempre, acosador, celoso, futuro maltratador de mujeres, posesivo, incapaz de controlar sus impulsos. ¿Chicas, os habéis corrido ya o ha sido un orgasmo instantáneo? Vamos, la clase de muchacho que cualquier mujer hecha y derecha desearía tener a su lado.

Al igual que nuestra Stephenie, Josephine también siente la necesidad de retratarse en sus personajes. Helena Hamilton también es rubia y de ojos claros. Ejem.

Lo peor, es que los secundarios brillaban más por su carisma y sus aportaciones a la trama que la pareja de protagonistas que no hacían más que lamentarse por su amor frustrado. Cosa que la verdad, a mí no me hace mucha gracia, que digamos.

Y llegados a este punto, contadme ¿DÓNDE DEMONIOS ESTABA ESE RITMO ADICTIVO, ESAS GANAS DE NO QUERER DESPEGARTE DE LA NOVELA? ¿DÓNDE? Tardé una semana en leerlo. Ejem, ¿compararlo con los Juegos? ¿Dónde se ha visto que en Los Juegos haya situaciones absurdas que no lleven a ningún lado, diálogos de relleno, páginas y páginas de descripciones totalmente inútiles e irrelevantes? Contádmelo vosotros, porque yo debo de ser tonta perdida.

El estilo de Angelini tampoco es que sea una maravilla para los ojos. Se nota que es un debut y que no ha acabado de afinar su escritura del todo. Quiero decir, al principio la novela parecía escrita por un escolar, luego parece que remonta y después vuelve a descender. Que le enseñen a esta señora un sinónimo de ipso facto porque parece que ella no conoce ninguno.

Los famosos mitos griegos. ¡Ojalá! La verdad es que la trama de los mitos estaba bien pensada y podría pasar por “original” pero desde luego, sin los benditos institutos americanos, sin protagonistas sacados de un tarro de Meyer’s copyright, algo más de importancia en ellos y tal vez en otro entorno habría funcionado mucho mejor.

A pesar de todas las perlitas que he dejado caer, Predestinados NO es un mal libro. De hecho, su final ha acabado por gustarme y por paliarme esa sensación tan amarga. Al final, Angelini ha sabido desenredar el enredo, añadiéndole un par de momentos “inesperados”, algo de acción y un buen ritmo. Dejando así abierta una segunda parte, con todos los cabos debidamente cerrados y debidamente abiertos para crear una especie de expectación. Por ello, creo que le daré una oportunidad a Dreamless.

VEREDICTO:

Una buena idea pero mal llevada. Un ritmo con muchos altibajos y una historia que podía haber dado más de sí, pero que por lo menos entretiene.