Un Jack Daniels doble ¡y rapidito! de Cate Tiernan

Nastasya nació hace casi cuatro siglos y medio y, sin embargo, su apariencia es la de una chica de dieciocho. No es la única: Nasty pertenece al grupo de los inmortales, unos seres que no se diferencian apenas de los humanos salvo en el hecho de que no se mueren con tanta facilidad (bueno, y en que tienen ciertos poderes mágicos). Una experiencia traumática en la infancia de Nastasya provoca que se pase los siguientes cuatrocientos años tratando de enterrar sus recuerdos bajo una coraza de diversión, egoísmo y frivolidad. Pero todo esto llega a su fin cuando, una noche, Nastasya se da cuenta realmente de la oscuridad que la rodea. La única forma de escapar de ella es refugiarse en una granja para inmortales descarrriados pero ni siquiera encerrándose en ese lugar remoto podrá Nasty huir de su destino... o del amor.

Amor Inmortal empieza con una Nasty curiosamente Nasty significa “sucio”, “feo”, “desagradable” en inglés lo que no lo convierte en un apodo especialmente… bonito pedo hasta la trancas, zigzaguando por las callejuelas y entonando el himno de América con su vozarrón eso me lo he inventado yo, pero siempre me han apasionado los borrachos que entonan el himno nacional americano de Adele y con la party hard metida en el cuerpo. Raro es que no empiece con una protagonista depresiva rozando lo emo haciendo gala de sus suspiros meladramáticos scarlettoharienses sólo espero que no surja ninguna tendencia de principios de canis haciendo botellón y eso fue cuando menos, una grata sorpresa.

Sin embargo, aunque las primeras páginas prometían, “Nasty” no tenía pelos en la lengua es una especie de cutreRoseHathaway y la party hard tenía pinta de ser mucha party hard, finalmente me he sentido como Nastasya, con una resaca traumática, un sabor amargo en la boca y terribles náuseas.

Todos conocemos la existencias de esas reseñas que salieron del País de las Maravillas, pero este es otro de los casos en los que las expectativas juegan malas pasadas. No hay ni una trama interesante y cautivadora, ni un argumento apabullantemente complejo, ni siquiera la protagonista tiene la garra que le falta a la legión de la general Swan. Con esto no estoy diciendo que sea un libro malo ni mucho menos, sólo que no da de sí todo lo que podía haber dado.

Veamos, las 432 páginas que conforman la novela se desarrollan en un reformatorio para Inmortales Anónimos veáse granja de Granjero busca Esposa, próximamente en Cuatro donde todo es bucólico, silvestre y campechano. Punto. No hay nada más salvo las quejas de “Nasty” por su pelo sucio cosa que me parece lógica llamándose Nasty sus camisas de franela, el olor a deshechos animales y lo horriblemente penosa que es su vida siendo inmortal.

Aunque no me esperaba una acción que me dejase sin aliento, quería esas bases sobre las que se van a cimentar las entregas siguientes bien moldeadas y construidas. En realidad no había mucho que contar, 459 años que se reducen a unos flashbacks confusos y la exasperante manía de la protagonista de repetirse lo horriblemente malvada que es. ¿Esto… hello? Tienes 459 años, cosas más interesantes tendrás para contar.

Dejando aparte el detalle lo pedante que me resultó “Nasty” y su ambiente pastoril, no entiendo para nada el título del libro. ¿AMOR INMORTAL? ¿DÓNDE? Será el amor de Nasty por las cabras y las gallinas porque romance puro y duro NO HAY. Besuqueos a escondidas y tíos cuya única utilidad es ser misteriosos, tener muchos secretos, estar increíblemente buenos y meterte mano a lo ninja ¿habrá una fábrica de hombres así? Porque yo sé de alguien a quien le hace falta uno.

VEREDICTO:

Prometedor aunque algo decepcionante. La clara definición de libro donde no pasa nada de nada, pero podría dar un giro inesperado en continuaciones.