WILLOW de Julia Hoban

Érase una vez una chica. Una chica que perdió a unos padres. Unos padres que iban borrachos y la dejaron conducir. La dejaron conducir y ella los mató. Los mató y debe castigarse por ello. Debe castigarse por ello y decide cortarse. Decide cortarse prácticamente todas las partes del cuerpo porque así es como debe ser. ¿Así es cómo debe ser? La chica empieza a ponerlo en duda cuando aparece Guy. Cuando aparece Guy, todo se tambalea, su relación con las cuchillas, su pequeño mundo solitario, su autocastigo.

Y después de esta sinopsis tan ¿variopinta? Es que estaba inspirada, vamos con mi opinión.

Sinceramente, los hay más duros.

Pero esto no es culpa del libro, ni de la autora, ni de nadie. Yo me había hecho la idea de que iba a ser un dramón de mucho cuidado con escenas gore y mucho más gráfico. Porque, si quéreis un dramón auténtico, este no es vuestro libro… o tal vez sí si sois más sensibles que yo.

Willow es una historia que yo calificaría de “bonita”. A pesar de como se nos plantea, el desarrollo es bastante “bonito”. Willow nos habla de la autosuperación, del perdón, de la automutilación y sobre todo de AMOR, o más bien de la necesidad de amar y ser amado.

El libro nos habla principalmente de Willow, y no de Willow y Guy o de la relación de estos dos, sino sólo de Willow. Y no, Guy no está de relleno, no es una máquina de besos –besos es justamente lo que le falta a este libro- ni un robot para decirle sin ton ni son a la prota cosas como: ¡Oh, celestial ángel caído de las estrellas, que tus cabellos refulgen como el oro más esplendoroso! No. Guy es más bien la reacción de Willow, como evoluciona, como cambia, como se convierte gracias a él.

Lo que flojea, en todo esto, tal vez sea la mala traducción. ¡Dios! ¿El traductor se fumó algo antes de traducir? Porque en mi ejemplar había frases inoconexas, oraciones sin sentido, falta de guiones en los diálogos, faltas… vamos que es como para tirarse por un puente. Además, se nota bastante que es el primer libro juvenil de la autora, porque a mí por lo menos, a ratos, y sólo a ratos, me pareció superficial.

Y por último, he de decir, que Guy era un personaje totalmente surrealista. No me malinterpretéis, es muy realista comparado con los Edwards, los Jacobs, los Sams, los Jaces y los Dimitris, pero es surrealista en una novela que retrata la vida real. Es que el porcentaje de chicos como Guy es de 0.00001 sobre la faz terrestre, porque sinceramente no me creo que un chico se tome tantas molestias por una chica, la mime de ese modo, la proteja, la cuide como lo hace susodicho, es que no me lo creo. Si conocéis a algún Guy, avisadme, porque yo de momento no he encontrado a ninguno.

VEREDICTO:

Un libro optimista y realista. Un retrato de una adolescente que se siente culpable, buen libro aunque no excesivamente bueno. Un libro que conmueve y enternece.